Biografia Saul Mendoza
Puede sonar a tristeza: a los seis meses de edad, cuando comenzaba a caminar en la andadera, Saúl enfermó de poliomielitis.
Era 1966. Y doña Rosa María, su madre, pensó que se trataba de una enfermedad simple y entonces utilizó remedios caseros. Cuando fueron al hospital, el médico le comunicó el daño: Saúl no podría más utilizar sus piernas.
Duro golpe; no insuperable.
Al menos no para la familia Mendoza, que afrontó la responsabilidad y nunca dejó solo al pequeño, al que obsequiaron una vida normal, alegre y sin complejos.
Antes, en los inicios deportivos del hoy campeón olímpico, hubo dudas, temores...
Sin embargo, la fuerza de voluntad y el tesón lo ayudaron a salir adelante. "En las actividades deportivas encontré un método para sobresalir. Me hacía sentir feliz jugar basquet o nadar; simplemente competir".
Desde entonces comenzaron a llegar los premios en natación, basquetbol, atletismo.
Luego vinieron victorias internacionales en la velocidad: bronce y plata en Seúl 88 (en 400 y 800 metros), oro en Atlanta 96 (800 metros) y oro también en Sidney 2000 (1,500 metros).
Mendoza sabe que la carrera de un deportista es corta. Por ello no descuidó lo académico: terminó la carrera de Ingeniero en Dibujo Técnico Industrial y el idioma inglés, básico para él, pues radica en Estados Unidos.
Reflexiona el atleta luego del camino recorrido: "En México siempre habrá discapacitados. Es necesario que se destinen recursos para que se acerquen al deporte y tengan una mejor calidad de vida".
Con 4 pruebas aseguradas para los Juegos Olímpicos, Saúl avanza a paso firme rumbo a su meta: la medalla de oro en la capital griega.
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